Siempre cabe felicitarse de que el talento español dé buenos productos que tengan repercusión. El problema es cuando estos no llegan lo pulidos que deberían, pero aun así se ponen a la venta.
Mientras que Way Down tenía sus buenos aciertos con unos escenarios trabajados, voces profesionales y minijuegos divertidos, en Malnazidos encontramos que los aciertos están en el estilo gráfico, el doblaje (estupendo Claudio Serrano, como siempre) y las cinemáticas, animadas en formato cómic. Los problemas llegan de lo más importante: la jugabilidad.
Si en un título de zombis se pone el énfasis en disparar y en el sigilo, sorprende que sean los apartados menos trabajados: la puntería es errática (cuesta Dios y ayuda acertar en los puntos adecuados) y …
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