Los recopilatorios de minijuegos basados en mundos de Mario Bros. siguen aumentando y no decepcionan. Es el caso de esta entrega, que incluye decenas de retos muy divertidos siempre que se juegue en compañía.
La trama, como era de esperar, supone una mera excusa para implementar la versión para varios jugadores: el malvado Bowser roba las estrellas del firmamento y el grupo de amigos de Mario se propone recuperarlas, para lo que tendrá que superar varios tableros llenos de minijuegos, bonificaciones y penalizaciones.
En el modo principal pueden jugar hasta cuatro personas a la vez. Tras elegir a nuestro personaje favorito, recorreremos el tablero en un coche todos juntos. Los dados virtuales decidirán cuántas casillas avanzamos, mientras Bowser siembra el camino de sorpresas. Haciendo honor a su intención de celebrar una fiesta con amigos, no existe la posibilidad de juego online, algo que por otra parte resulta chocante en estos tiempos.
Dado el elevado número de ítems posibles, la variedad de pruebas y los inesperados eventos que surgen, el tablero resulta ser un emocionante modo con horas de diversión. Además, puesto que hay varios tipos, la duración del juego está asegurada.
Aunque el modo estrella sea el tablero, existen otros para acceder a los minijuegos por separado; incluso, aunque no sea recomendable, existe un modo individual por si no se dispone de más jugadores.
Técnicamente no destaca en nada pero cumple con su cometido. Las animaciones son dignas, los entornos coloridos y llenos de imaginación, la música ameniza la partida y los textos están en perfecto español. La única pega, algo realmente extraño y grave, es que no se puede grabar la partida para continuarla en otro momento, de modo que la única forma de hacer un descanso es dejar el juego en pausa.
Las bondades de este juego se resumen en que las instrucciones son siempre sencillas; las pruebas, muy ingeniosas; los controles, asequibles, y propicia una sana competitividad si juegan cuatro personas a la vez. Es una compra ideal para amenizar veladas con familia y amigos, aunque por su tono inocente esté destinado especialmente a los más pequeños.