Una de las bases de este ModNation Racers son las míticas carreras de coches que ya teníamos con el fantástico Super Mario Kart de la SNES, para muchos el mejor juego de conducción arcade de la saga de Nintendo. Los divertidos personajes no sólo buscaban el mejor puesto, también se atacaban entre ellos con armas que les hacían la tarea más difícil. Aquí ocurre exactamente lo mismo: contaremos con un arsenal realmente variado para impedir a nuestros contrincantes llegar a la meta antes que nosotros… y ellos harán lo propio.
La otra base es el altísimo nivel de personalización que ofrece LittleBigPlanet para diseñar un personaje o un circuito. También en ModNation Racers podemos cambiar tanto el aspecto de los mods (los protagonistas de este juego) como los recorridos, diseñándolos al milímetro si nos armamos de paciencia y somos creativos, o dejando que lo haga el sistema si no queremos complicarnos mucho. Hay que destacar que cualquier creación que hagamos la podemos compartir en red para que otros la vean, califiquen y descarguen para usarla.
Otro punto muy positivo es la opción de jugar acompañados, tanto en pantalla dividida con hasta tres contrincantes, dando un total de cuatro concursantes, como por Internet. Nuevamente se potencia la acertada idea de que es mejor disfrutar de los videojuegos con los demás.
Podría sonar todo realmente bien si no fuera por tres grandes problemas que tiene este juego: los tiempos de carga, el control y las penalizaciones. En el primero, no es normal que un juego tan sencillo tarde tanto en cargar cualquier cosa, desde los sencillos menús hasta los circuitos. En el segundo, es realmente complicado hacerse con el control del coche: a veces resulta desesperante. Y el tercero es una consecuencia de ese control y de la suerte: si nos chocamos (cosa muy probable), nos equivocamos o la máquina decide castigarnos con un ataque por parte de un contrincante, se notará en seguida y veremos con una facilidad pasmosa cómo pasamos de estar en una cómoda primera posición a llegar a la cola en apenas unos segundos. Ni que decir tiene que cuando esto ocurre justo cuando vas a llegar a la meta.
Técnicamente cumple con gráficos sencillos pero bien detallados, el sonido correcto y, eso sí, cuenta con un estupendo doblaje al castellano y una enorme cantidad de comentarios muy jocosos en plena carrera. La música es aceptable aunque poco variada, y los efectos de sonido de los coches y sus acciones no desentonan ni destacan.
En resumen: un juego especialmente pensado para que los más jóvenes lo disfruten en compañía siempre que estén dispuestos a armarse de paciencia con el control y aceptar los duros castigos por cualquier error en la conducción o la mala uva de los contrincantes.