Cuando parecía que la PS3 ya no podía sorprender y que todos los grandes éxitos habían llegado, Sony Japan nos muestra que estábamos equivocados: Puppeteer asombra gracias a su genial idea: todo tiene lugar en el escenario de un teatro.
El Rey Oso Luna tiene aterrado a los niños, ya que les secuestra, convierte en títeres y obliga a servirle. Uno de ellos es Kutaru, al que el malvado deja sin cabeza, así que debe encontrar una para poder sobrevivir y derrotarle.
El funcionamiento de Puppeteer es tan mágico como su apuesta: con las tijeras Calibrus iremos avanzando en el escenario y cortando objetos para poder avanzar y enfrentarnos a los enemigos y luego a los jefes finales. Todo ello en unos escenarios llenos de imaginación, con giros de guion sorprendentes para el tipo de juego que se supone que es.
No solo no hay contenidos inadecuados, sino que es un título apto para todos los públicos, aunque dada la naturaleza de los muñecos y el escenario en el que se ambienta, los más pequeños serán los que más lo disfruten, sobre todo si juegan en compañía gracias al modo cooperativo.