Es un título de plataformas y acción que, dentro de la franquicia, permite jugar por primera vez a cuatro personas al mismo tiempo.
En esta nueva aventura de Ratchet y Clank, la galaxia está en paz y los protagonistas pretenden retirarse, pero un misterioso planeta cibernético les absorbe junto al Capitán Qwark y a su archienemigo el Dr Nefarius, y se ven obligados a unir fuerzas para escapar de allí.
Se puede jugar solo, manejando a Ratchet y dejando que la máquina controle al resto de personajes, o en cooperativo con otras tres personas desde la propia consola o a través de Internet. En solitario pierde parte de su encanto y realmente conviene reunir a un grupo con el que jugar, porque el título está diseñado para ello.
En esencia consiste en ir derrotando enemigos y superando obstáculos a lo largo de varios niveles, aunque dentro de cada uno hay una interesante variedad de estilos: hay tramos de disparos, otros de plataformas y otros de deslizamiento sobre raíles. También se pueden mejorar las armas en las distintas tiendas que hay por los escenarios usando los objetos recogidos a lo largo de la partida, de modo que siempre resulta divertido. Además, cualquiera podrá disfrutarlo porque su dificultad es asequible.
Técnicamente es vistoso: tiene diseños agradables, opción de 3D estereoscópicas, un buen sonido y un destacable doblaje al castellano. Las únicas pegas que se le pueden poner son que no innova demasiado más allá del añadido cooperativo y que, como suele ser habitual en todos los títulos recientes de Sony, incluye el cuestionable Network Pass. Este código, que se vincula a la consola donde se introduce y que es de un solo uso, limita el modo online de modo que, una vez usado, nadie más que el dueño podrá usar dicha función o deberá comprarse aparte por unos 10 euros.
Con todo, es un título bien hecho, divertido y para todos los públicos. Especialmente recomendado para niños, sobre todo si tienen más hermanos o amigos con quienes jugarlo.