Capcom hizo un gran trabajo con la nueva versión de Resident Evil 2 y ahora tenemos en nuestras manos el 3. El resultado vuelve a ser un estupendo título con mejores gráficos que nunca, un sonido demoledor, recortes y añadidos y la inclusión del cooperativo y competitivo Resistance. ¿Está a la altura todo de lo esperado?
La trama no cambia un ápice en líneas generales: la corporación Umbrella está jugando con fuego, manipulando a placer el virus T, creando engendros peligrosos y poniendo en peligro la vida de millones de personas. Frente a ella tenemos, entre otros, a la agente especial Jill Valentine, que ha sido retirada forzosamente del servicio y destinada en Raccoon City, pero está muy lejos de darse por vencida. En su lucha contra la corporación ahora debe hacer frente a una amenaza aparentemente invencible: Némesis, un monstruo que no parará hasta verla muerta.
RE3 en su momento fue un gran éxito de crítica y ventas, algo que no quería desaprovechar Capcom para rehacerlo con gráficos de última generación (¡y qué gráficos!), sonido actualizado, algunos cambios en la trama y añadirle Resistance, un multijugador muy interesante y entretenido.
La base sigue siendo la de todo buen Resident Evil: absolutamente lineal con escenarios no interactivos, gestión muy limitada del arsenal, resolución de puzles (esta vez, muy simplificados), ahorro de munición (muy escasa siempre) y supervivencia frente a miles de infectados y monstruos. Y sigue funcionando a la perfección gracias a un ritmo que nunca decae, con algunos combates memorables. A esto acompaña un fotorrealismo pasmoso de los personajes y un doblaje al castellano aceptable, aunque incomprensiblemente fulmina los acentos (hay personajes rusos con un castellano más que perfecto).
El añadido gratuito Resistance aporta variedad y entretenimiento: un jugador maneja a un malvado superior que controla a voluntad a los zombis y a los monstruos. Cuatro deben hacerles frente para poder salir con vida del lugar en el que están encerrados. Una especie de sala de escape (escape room) muy intensa y con tiempo muy limitado. Se le puede y debe criticar el uso de las horribles cajas de botón, incluida la posibilidad de invertir dinero real para tener mejoras rápidamente.
Resident Evil 3 Remake es otro ejemplo de cómo hacer bien las cosas: si no quieres hacer un juego nuevo, rehaz uno clásico, pero llévalo a cabo lo mejor posible. Es muy intenso, algo corto, eso sí, pero encantará a los fans de la saga y a los que busquen experiencias de supervivencia y terror, siempre que se tenga un fuerte estómago, dado el nivel de violencia y sangre.