Hay anuncios y anuncios en el sector de los videojuegos. Y cuando se produjo el de Return to Monkey Island, al principio muchos pensaron que se trataba de una broma, ya que hablamos de la secuela de un juego de hace 30 años, que se suponía que iba a volver con los artistas originales y hasta los mismos actores de voz (en la medida de lo posible). Pero de broma no tenía nada y era una maravillosa realidad.
Tras una larga espera, por fin tenemos en nuestras manos lo que se puede calificar de verdadero milagro, ya que es sencillamente increíble que una secuela 30 años después pueda funcionar tan bien y ser tan divertida, con lo que ha llovido y lo que ha evolucionado el sector de los videojuegos. ¿La clave? Ser fieles al legado sin dejar de avanzar.
No hay que desvelar ninguna sorpresa, porque hay muchas. Basta con decir que la trama continúa el surrealista final de Monkey Island 2: LeChuck’s Revenge, y que lleva la historia a su máximo esplendor. Gran parte del mérito es el regreso de sus creadores, entre ellos Ron Gilbert y Dave Grossman. Sin duda, un sueño hecho realidad para los fans de estos juegos.
El modo de juego es el clásico: recorrer con el protagonista, Guybrush Threepwood, numerosos escenarios; interactuar con personajes, adquirir objetos y resolver acertijos para desvelar los secretos. Una fórmula nada nueva, pero que sigue funcionando como el primer día.
Y sí, vuelven los geniales puzles (aunque por fortuna sin el lado absurdo que hacía algunos casi irresolubles) y el fantástico sentido del humor, sin faltar los múltiples guiños a las entregas anteriores, y con un doblaje de ensueño y una banda sonora maravillosa. ¿Qué se podría pedir? Puestos a ser exquisitos, doblaje al español (llega en inglés con subtítulos) y algunas traducciones mejorables.
En cuanto al apartado gráfico, no se puede negar la controversia provocada por el estilo artístico. Pues bien, podemos decir que no solo el cambio es bueno, sino que le sienta de maravilla al juego y que la evolución es lógica.
Return to Monkey Island vuelve a mostrar que no importa lo tarde que llegue una secuela, siempre que se hagan bien las cosas, con cariño, dedicación y siendo fieles a tus bases, por supuesto sin dejar de lado la evolución y el avance. Evidentemente, lo disfrutarán al máximo los que hayan jugado a las ediciones anteriores, pero desde luego lo pueden jugar todos los públicos gracias a sus contenidos inofensivos.