Año tras año las citas no faltan, sobre todo las deportivas. Y como no solo existe el fútbol, da gusto ver que otras disciplinas tienen sus juegos correspondientes. En este caso es SBK, es decir, el Campeonato Mundial de Superbikes. Pero –recordemos– en enero de 2022 recibimos MXGP 2021 con buenas críticas. Entonces hay que mirar atrás y notar que hace muchos años que no tenemos nueva entrega de SBK, así que rápidamente se ven las cosas claras: ambos son desarrollados por Milestone, por lo que sería lógico que compartieran características. Y tanto que comparten: el comportamiento y manejo de las motos, la IA de los pilotos y el apartado gráfico son, en esencia, los mismos.
Podría pensarse que heredar tanto implica no tener personalidad, y en parte es cierto, pero Milestone ha hecho el esfuerzo de darle un empujón y, por supuesto, tener las licencias pertinentes de equipos, marcas, escuderías y demás elementos importantes, teniendo así 24 pilotos oficiales y todo lo relacionado con ellos, además de 12 circuitos perfectamente recreados (incluyendo Aragón y Cataluña) y un nivel altísimo de personalización de la moto, tanto estética como mecánicamente (no hablamos de tuneo sino de ajustes concretos).
Además, contamos con climatología variable, simulación pura y dura si lo deseamos, y un buen modo Trayectoria para ir escalando puestos, sin faltar modo de carrera simple, campeonato y multijugador, por fin tanto online como offline (aunque limitado a dos jugadores).
Como broche tenemos las distintas cámaras, que incluyen encima de la moto y, atención, dentro del casco de piloto, lo que da un nivel de realismo apabullante, aunque también es la modalidad más complicada. Habría estado bien incorporar, además, un modo VR para las gafas de realidad virtual. También se agradece la opción de rebobinado por si hemos cometido un error que nos ha llevado al suelo y queremos solucionarlo.
Sin embargo, además de la falta de riesgo, también hay que hacer notar que los rostros y el detalle de los pilotos es muy bajo.
SBK22 es lo que promete: simulación (tan alta como queramos) del campeonato oficial de Superbikes, pero no se puede pedir innovación u originalidad porque no se va a encontrar. Es una cita obligada para los fans; sin embargo, los que quieran un juego arcade o con más opciones, tal vez deban buscar otras propuestas. Por lo difícil del manejo y lo específico del juego en sí, se recomienda sobre todo para adolescentes o mayores de edad realmente fans de la disciplina.