Poco a poco van saliendo juegos para PlayStation VR que demuestran que las gafas no se han hecho pensando en dos o tres títulos sino a mayor escala. StarBlood Arena no tiene argumento pero no lo necesita: mercenarios a los mandos de naves espaciales, en constante combate, y con diversos modos de juego que incluyen cooperativo y competitivo.
La verdad es que la variedad no es el punto fuerte, ya que solo hay nueve pilotos (con naves totalmente personalizables), doce mapas y cuatro modos de juego, pero lo compensa con una propuesta atrevida: fin del encasillamiento, aquí nos podemos mover en plena liberta de 360 grados y atacar desde cualquier sitio… y ser atacados, claro. El frenesí de estos combates viene ayudado por la duración de los mism…
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