La conducción es un género totalmente establecido en los videojuegos y su éxito es innegable, con sagas como MotoGP, Gran Turismo, Need for Speed, Blur, etc.; por eso hay que agradecer la original llegada de un juego como Steel Diver en el que se dejan de lado los coches, motos y demás vehículos rodantes para manejar submarinos.
Este título ofrece la oportunidad de conducir de forma bastante realista (salvando las evidentes distancias) estas inmensas moles gracias a una respuesta tardía de los controles, transmitiendo así la sensación de estar manejando un vehículo de un peso anormal con una escasa velocidad de reacción.
Aunque la mayoría de las misiones son de “scroll lateral” (ir de izquierda a derecha de un punto A hasta otro B), el sistema 3D se exprime especialmente en otras en las que debemos usar el periscopio en la superficie para hundir los barcos. Incluso saca partido de la pantalla táctil, la cual hay que usar para tapar las vías de agua que nos pueden causar los enemigos Además, podemos usar el giroscopio de la consola para girar la cámara. Cuenta también con opción para multijugador gracias a una especie de versión actualizada y divertida del “Hundir la flota”.
Aunque las escasas voces están en inglés, los textos están traducidos y el manejo general es sencillo.
Miyamoto (el creador de Zelda y Mario Bros.) apadrina así un título muy sencillo pero original, accesible a casi todas las edades pero enfocado especialmente a los más jóvenes.