China se ha convertido en el mayor fabricante de baterías eléctricas y productor de componentes de manera eficiente y a menor costo que otros países, los cuales dependen altamente de los suministros de Pekín para su propia producción.
Según las estimaciones del grupo consultor Benchmark Minerals, citado por The New York Times, China para el año 2030 estará fabricando más del doble de baterías que cualquier otro país, lo que le permitirá liderar el proceso desde la extracción de la materia prima hasta la fabricación de automóviles eléctricos.
Pekín puede decidir quién obtiene los minerales primero y a qué precio se colocan en el mercado. Aunque China no cuenta con yacimientos propios de estos minerales, ha optado por invertir en estrategias a largo plazo y comprar materia prima más barata que otros países, como Indonesia, Estados Unidos y la República Democrática del Congo.
También controla el 41% de la minería del litio, componente esencial para la carga eléctrica de una batería. Además de poseer la mayoría de las minas de cobalto en el territorio africano, China refina estos minerales a mayor volumen y menor costo que todos los demás países. Esto es posible gracias a que las empresas chinas realizan inversiones en alternativas más económicas que suponen más de la mitad del mercado. Esto da lugar a que en varias partes del mundo se esté buscando formar asociaciones con fabricantes de origen chino, para poder generar ingresos y así expandir este sector industrial.
“No hay forma de que alguien tenga éxito en los vehículos eléctricos sin tener algún tipo de cooperación con China, ya sea directa o indirectamente”, dijo Scott Kennedy, asesor principal del Center for Strategic and International Studies (CSIS), de Washington DC.
Por su parte, el profesor Heiner Heimes, de la universidad RWTH Aachen, en Alemania, añadió que en China se pueden construir fábricas de baterías con la mitad de la inversión con la que se levantan en países de América del Norte o incluso de Europa, gracias a los bajos costos laborales.
Se estima que para el año 2027 las inversiones chinas en Indonesia ayudarán a que Pekín se convierta en el mayor productor de níquel para ese año, lo que dejará en ventaja a China ante cualquier otro país fabricante que pueda llegar a ser autosuficiente en la cadena de fabricación de baterías, sin importar si cuenta con mano de obra más barata o encuentra otros socios mineros globales. China está por delante, extrayendo minerales raros, capacitando ingenieros y construyendo enormes fábricas, algo en lo que el resto del mundo puede tardar décadas en ponerse al día.
Un comentario
Mientras tanto los políticos europeos prohiben la fabricación de coches de combustión a partir de 2035, ¡enhorabuena!