La fiscalía de París se ha opuesto a una ampliación de las investigaciones judiciales actualmente en curso sobre “bienes mal adquiridos” por algunos dictadores de países de África amigos de Francia. Esta decisión muestra la dificultad de luchar contra uno de los males endémicos que están en el origen del lento desarrollo económico y social de tantas naciones independientes desde los años sesenta.
Como recuerda un duro editorial de Le Monde, en su edición del 10 de junio, la primavera árabe ha mostrado ampliamente que el pueblo no acepta el enriquecimiento ilícito y los gastos suntuosos de los dirigentes políticos, especialmente en países potencialmente ricos, pero que siguen sumidos en la miseria. Basta pensar en las familias Ben Ali, Mubar…
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