Al empleado doméstico, salario justo e igualdad de derechos

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Llegar a casa y encontrar la ropa planchada, las habitaciones esmeradamente limpias y la cena servida no es, en ningún caso, la huella de un duende que ha entrado por una ventana y se ha marchado sin esperar pago alguno. Es el rastro que dejan tras de sí en muchos sitios los empleados –y mayormente las empleadas– de hogar, una fuerza de trabajo que, si se mira con atención, está en la base del éxito profesional y de los laureles que se llevan otros. Por fortuna, son cada vez más los que “miran con atención” y detectan cuáles son los problemas más acuciantes de este sector, y trabajan por remediarlos. La propia Organización Internacional del Trabajo (OIT), en junio de 2011, recogió en un documento, el Convenio 189, un conjunto de reglas por…

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