A principios de los años 60, una caricatura en un semanario cubano mostraba a un agente de la CIA imaginando que encontraría en la Isla largas e insufribles colas para comprar pan. Al llegar allí, sin embargo, se sorprendía de la abundancia de este y de otros alimentos y bienes. Sucede que, aunque el gobierno ya había nacionalizado las grandes compañías –la telefonía, la electricidad, las grandes refinerías de petróleo, etc.– todavía no había tocado a la pequeña y mediana empresa. El momento de las colas –para el pan y para muchas otras cosas– llegaría en los 70, a medida que el socialismo se consolidaba “victorioso” en el país.
Hoy, en Venezuela, también van consolidándose victoriosos el socialismo… y las colas. Como en el caso de Cuba –de…
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