El sueño de muchos jóvenes de emanciparse y formar una familia en su propia casa cada vez resulta más difícil de alcanzar. Al incremento del precio de la vivienda durante las últimas décadas se ha sumado una bajada de su poder adquisitivo, por la reducción de los salarios durante los años de crisis. Y el panorama no parece que vaya a cambiar pronto.
Un refrán de marinos dice que un yate es un agujero que uno hace en el mar y por donde se acaba yendo todo tu dinero. De igual forma, la casa es para muchas familias un agujero hecho en la tierra por donde se pierden todos los ahorros.
Eurostat, la oficina estadística de la Comisión Europea, ha publicado nuevos datos (ver resumen) sobre la forma de alojamiento y su coste en relación a los ingres…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.