Una versión de este artículo se publicó en el servicio impreso 86/13
Cuarenta años después de la crisis del petróleo de 1973, Estados Unidos se ha convertido en un actor destacado en el escenario energético mundial. Su producción de petróleo y gas obtenidos de esquisto, y el impulso dado durante los últimos años a las energías renovables, permiten a EE.UU. abastecer cada vez más su demanda y la de otros países, rivalizando así con los países árabes y Rusia.
El 16 de octubre de 1973 entró en vigor la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de no vender más petróleo a EE.UU. ni a los demás países que habían apoyado a Israel durante la guerra del Yom Kippur. De aquella crisis, EE.UU. extrajo una importante lecció…
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