En plena campaña electoral, la Oficina del Censo norteamericana anunció que, por tercer año consecutivo -es decir, durante todo el mandato de George Bush- la pobreza aumentó en 2003. En EE.UU. 35,8 millones de personas viven por debajo del umbral de pobreza, un 12,5% de la población, frente al 12,1% de 2002. Quienes carecen de seguro médico son 45 millones -1,4 millones más que en 2002- o un 15,6% de la población.
En EE.UU. la Oficina del Censo fija el umbral de pobreza por debajo de 18.810 dólares (15.400 euros) para una familia de cuatro miembros. A pesar del aumento, el porcentaje de pobres permanece por debajo de la media de los años ochenta y noventa.
En cuanto al seguro médico, que en EE.UU. depende de las condiciones ofrecidas por el empleador, el aumento de los no asegurados es compatible con que también haya aumentado en un millón el número de los asegurados. Los datos del censo sugieren un ligero aumento de la diferencia entre pobres y ricos, ya que si bien crece el número de pobres y sobre todo de quienes carecen de seguro, la renta media de los hogares norteamericanos se ha estabilizado, tras dos años de descenso, situándose en 43.318 dólares anuales, una vez descontada la inflación. Dan Weinberg, analista del Censo, asegura que estas cifras son típicas de una economía que sale de la recesión pero donde el empleo es aún inestable.
La pobreza en EE.UU. pasaría por casi riqueza en Rusia. Allí el 20% de la población (casi 30 millones de personas) tenían ingresos inferiores al mínimo vital en el segundo trimestre de 2004, según datos de la Agencia Federal de Estadística. La Agencia establece el mínimo vital en 2.363 rublos mensuales (unos 81 dólares) por persona.
La cifra de pobres indica, sin embargo, una mejora, pues era de 42 millones en 2000 y 40 millones en 2001 (un 29% y casi un 28% de la población), cuando el mínimo vital era, respectivamente, de 34 y 44 dólares mensuales.