El número de empleados públicos parecía destinado a crecer por la misma inercia del aumento de servicios prestados por la Administración, la proliferación de organismos o empresas estatales, y la presión de los sindicatos, que siempre han encontrado más afiliados en el sector público y menor resistencia en las negociaciones con la Administración que en el sector privado.
Pero entonces llegó la crisis, que primero supuso pérdida de empleos y reducción salarial en el sector privado, y después embistió al atrincherado empleo público. Así se ha llegado a lo pocas veces visto en este sector: congelación o reducción de salarios, despidos de trabajadores y liquidación de diversos privilegios de los funcionarios respecto a los del sector privado en edad de jubilación, vacaciones, permisos…
Las reformas están siendo más drásticas en los países europeos más golpeados por la crisis.
Grecia
Hasta que estalló la crisis y hubo de pedir el rescate, la Administración pública griega fue un ejemplo de crecimiento dispendioso. Los sucesivos gobiernos iban colocando a su gente en la función pública, que a su vez se convertían en activos apoyos cuando llegaban las elecciones. De este modo, uno de cada cinco empleados trabajan hoy para el Estado. A los 700.000 funcionarios hay que sumar otros 80.000 empleados de empresas públicas.
Ahora ha llegado la poda de empleo y sueldo. Las retribuciones, que ya bajaron el año pasado, se recortan otro 20%. Unos 30.000 funcionarios pasarán a la situación de “reserva laboral”, cobrarán el 60% del sueldo durante uno año mientras buscan otro empleo, y si no lo logran serán despedidos. Todavía es un recorte modesto del orden del 5% del empleo público. De aquí a 2015 se pretende lograr una reducción del 20%.
Irlanda
Cuando empezó la crisis en 2008, había 320.000 empleados públicos. Ahora son 297.000, y según el plan presentado por el gobierno de Enda Kenny el pasado noviembre, se trata de recortar otros 14.500 de aquí a 2015. De cumplirse los planes, la nómina del personal de la Administración pública se habrá contraído en casi un 12%.
Reino Unido
El nuevo gobierno de David Cameron congeló los salarios de los funcionarios para 2011 y 2012 (menos los peor pagados), y prevé un aumento máximo del 1% para 2013 y 2014, lo que supondrá una pérdida de poder adquisitivo.
A pesar de la huelga contra los recortes, que el pasado 30 de noviembre afectó ampliamente a escuelas y hospitales, el gobierno no da marcha atrás. El próximo casus belli puede ser la elevación de la edad de jubilación a 67 años. Con el tiempo, se prevé que las pensiones del sector público se basarán en el promedio de salarios de toda la carrera en vez del salario final.
El número de funcionarios está destinado a reducirse en los próximos años. La idea de la “Big Society”, que abre la provisión de servicios públicos a entes privados, puede justificar también una reducción del empleo público.
Portugal
Para 2012, los sacrificios que impone el gobierno del socialdemócrata Pedro Passos Coelho en el sector público consisten en trabajar más cobrando menos, como ya sucedió en 2011 con el recorte del 5% de la masa salarial. En 2012, los funcionarios que perciben más de 1.000 euros al mes se quedarán sin las pagas extras de Navidad y de verano. Los que cobran menos mantendrán una de estas nóminas extraordinarias.
En Portugal hay medio millón de trabajadores de la función pública, en un país con 5,5 millones de personas en edad de trabajar.
Francia
En Francia hay un verdadero cambio de tendencia, pues el empleo público siempre había crecido. Los efectivos se estabilizaron entre 2007 y 2008 por primera vez desde 1980. Desde 2007 se aplica la política del “1 por 2”, es decir, solo se reemplaza a uno de cada dos empleados públicos que se jubilan.
Según la Comisión de finanzas de la Asamblea Nacional, en tres años se ha suprimido el equivalente a 87.300 empleos a tiempo completo. Donde más se han reducido es en Defensa (30.000). Otros 100.000 empleos deberían suprimirse hasta 2013. La política del “1 por 2”, a la que se oponen los socialistas, será uno de los temas del debate en las elecciones presidenciales.
Hay una verdadera voluntad de asemejar el funcionamiento del sector público al del privado. Gana terreno la remuneración en función del mérito: “la prima de función y de resultado”, que concierne ya a 35.000 personas y debería afectar a 120.000 en 2012.
También desde 2008 se han puesto en marcha una serie de medidas para favorecer la movilidad de los funcionarios. En caso de reestructuración, un funcionario que rechace tres empleos públicos correspondientes a su perfil puede perder su salario.
Italia
El clientelismo es un problema tradicional de Italia, donde muchos funcionarios innecesarios han conseguido un puesto por puro favoritismo político.
El plan de ajuste del gobierno de Mario Monti incluye medidas de ahorro y recaudatorias, entre las que destacan un retraso de la edad de jubilación (a 62 años las mujeres y 66 los hombres en 2012). Las pensiones de más de 1.400 euros mensuales quedan congeladas.
Hay medio millón de ex funcionarios que se han jubilado antes de cumplir los 50 años, en virtud de una ley de 1973 (abolida en 1992), que permitía a los funcionarios retirarse tras veinte años de trabajo.