Se crean equipos móviles de trabajadores para cubrir las necesidades de las empresas
Amsterdam. Con una tasa de paro del 6,6%, Holanda puede considerarse privilegiada respecto a la media (11,4%) de los países de la Unión Europea. El Ministerio de Trabajo lo atribuye a la creación de empleos a tiempo parcial (la tercera parte del empleo total), a la reducción de tasas sociales a empresas que emplean a trabajadores en paro poco cualificados y a la moderación salarial acordada por la patronal, los sindicatos y el gobierno. Sin duda, la flexibilidad del sistema laboral es una de las claves del éxito holandés en la creación de empleo.
El empleo de por vida ha dado paso a la lifetime employability, es decir, a la preocupación del trabajador por desarrollar su capacidad de insertarse en el mercado laboral, por su movilidad, por los cursillos de especialización, reciclajes, etc. En esta encrucijada, las empresas de trabajo temporal (ETT) tienen el viento a su favor: se multiplican en número y eficacia y cuentan con el beneplácito del gobierno, con quien también se sientan a la mesa para modificar la legislación laboral. A partir de 1997, los contratados por seis meses gozarán de pensión de jubilación, el único aspecto de la Seguridad Social del que todavía estaban exentos.
La meta de las ETT es lograr la mejor adecuación entre la oferta y la demanda de empleo. Por un lado, sus clientes son las empresas, cada vez menos dispuestas a hacer contratos fijos; por otro, el trabajador que busca empleo.
En Holanda, la ETT pionera es Randstad, fundada en 1960 por Frits Goldschmeding, su actual presidente. La NASA le ayudó a comprender la importancia del trabajo temporal: si para enviar un hombre a la luna se reclutaron 400.000 trabajadores que luego ya no eran necesarios, toda empresa podía pasar por fases de ese tipo. Hoy Randstad Holding es una multinacional con un volumen de negocios de 4.700 millones de florines (2.640 millones de dólares), 895 filiales con 6.000 empleados fijos, y una oferta de 600.000 contratos temporales al año.
Con idea de mejorar la flexibilidad laboral, ofrece cursos a particulares y a empresas. Otra variante es crear equipos móviles entre un grupo de empresas. Por ejemplo, en la fábrica de bicicletas Batavus, la temporada punta de fabricación es la primera mitad del año. En junio, un equipo de trabajadores cualificados deja la fábrica para prestar sus servicios en otras empresas, pero en enero vuelven todos a Batavus, ya que esta empresa desea mantener un máximo de continuidad.
El último servicio que está diseñando Randstad en el sector sanitario es un equipo médico móvil con todo el personal necesario para hacerse cargo de un quirófano. Así se reducirán las listas de espera que hay en algunos hospitales para determinadas operaciones.
Carmen MontónEE.UU.: las empresas «alquilan» a sus antiguos trabajadores
En Estados Unidos, el empleo de trabajadores temporales también está extendido. Según International Herald Tribune (16-XII-96), aunque sólo un millón de personas declara trabajar de esta manera, se estima que en total hay 5 millones. En muchos casos son personas que vuelven a trabajar para sus antiguas empresas, pero sin estar en nómina como empleado fijo. Esto revela menor estabilidad de la relación laboral. Las empresas no desean desprenderse de los trabajadores con experiencia, pero tampoco quieren mantenerlos en puestos demasiado costosos. Así, tras despedirlos, los repescan con ofertas que no dan derecho a seguro médico o planes de pensión a cargo de la empresa. Pero, ante el mismo trabajo en peores condiciones, el trabajador se desmotiva y la productividad de la empresa decae.
En 1995 una encuesta del Ministerio de Trabajo reveló que el 17% de los trabajadores temporales habían tenido anteriormente «diferentes relaciones» con las compañías que en ese momento les tenían «alquilados». Por su parte, la American Management Association realizó una inspección a 720 empresas que recientemente habían despedido personal, y descubrió que el 30% de ellas había vuelto a contratar -de diversas maneras- a antiguos empleados.
Se sabe por un pleito que son antiguos empleados el 80% de los trabajadores que emplea diariamente la compañía teléfonica Pacific Bell a través de su agencia de trabajo temporal (Training Delivery Service). Otras compañías (Chevron, Digital Equipment, Xerox, Hoffman-La Roche) siguen también esta práctica.