El Consejo Científico para la Política Gubernamental (WWR) de Holanda ha presentado un informe en el que propone que se retrase la edad de jubilación -obligatoria a los 65 años-, entre otras medidas para aliviar la carga económica que supone para la sociedad el progresivo envejecimiento de la población. Los partidos democristiano y liberal se han mostrado favorables a la propuesta. Holanda cuenta con más de dos millones de personas mayores de 65 años (cerca del 15% de los habitantes).
El WWR propone también que los ancianos que reciben subsidios coticen a la Seguridad Social y que los pensionistas paguen parte de sus gastos médicos. Estas medidas se consideran imprescindibles para sostener los seguros sociales ante la perspectiva de la escasez de población joven por la baja natalidad.
La necesidad de que el Estado Providencia ahorre gastos se ha manifestado ya en el presupuesto nacional de 1994, que el gobierno acaba de presentar. Todas las prestaciones sociales (familiares, por paro, pensiones, etc.) serán congeladas. El ticket moderador para los gastos sanitarios será más estricto. El «salario social» para las personas sin ingresos será eliminado en el caso de los menores de 21 años y reducido a la mitad en los demás. Con estas medidas se espera ahorrar más de 6.000 millones de dólares.