La exitosa campaña llevada a cabo hace unos días en España por Banco de Alimentos ha vuelto a poner de manifiesto la buena disposición de los ciudadanos a arrimar el hombro en tiempos de vacas flacas. Pero la lucha contra el hambre y la pobreza exige también un empeño continuado por parte del Estado, que se traduzca en programas sociales eficaces. Bolsa Família, en Brasil, y los cupones de comida, en Estados Unidos, son dos buenos ejemplos.
Bolsa Família funciona desde 1995 en algunos municipios brasileños, pero fue en 2003 cuando se implantó en todo el país. Desde entonces, se ha convertido en un referente para muchos programas de subsidios condicionados, sobre todo en América Latina. México, Colombia, Perú, Nicaragua, Argentina, Chile, Ur…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.