El modelo laboral de Dinamarca, conocido como “flexiguridad”, se ha hecho famoso por combinar la flexibilidad en las relaciones laborales con la protección social y las políticas activas de empleo para los parados. Aunque la crisis ha desequilibrado en parte la ecuación, hoy la tasa de desempleo de Dinamarca –sobre todo, la juvenil– es una de las más bajas de Europa.
La “flexiguridad” danesa fue muy elogiada antes de la crisis por combinar tres ingredientes: un mercado laboral flexible, “que permite contratar y despedir de un día para otro, y que da a las empresas danesas una clara ventaja competitiva”; una protección social fuerte, que cubre las espaldas en caso de desempleo con generosas prestaciones aunque de duración limitada; y unas po…
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