Los agricultores europeos podrán sembrar más cereales y colza en la próxima campaña, ya que la Unión Europea (UE) ha decidido rebajar a un 10% el porcentaje de barbecho obligatorio. El cambio viene impuesto por la tendencia mundial de los dos últimos años, en los que la demanda de cereales ha sido superior a la oferta. Recientemente la FAO había hecho un llamamiento a los países desarrollados para que cedieran en su política de recorte de excedentes y asegurasen el abastecimiento mundial de productos básicos.
En la UE ya pasaron los tiempos en los que los excedentes agrícolas -en forma de montañas de mantequilla, leche en polvo, carne de vacuno y trigo- amenazaban con hundir el presupuesto de la Europa verde. La reforma de la política agraria común adoptada en 1992 preveía congelar la producción y bajar los precios oficiales del mercado interior. Y ha sido muy eficaz para reducir la producción y los stocks.
A mitad de los años ochenta, las reservas de leche en polvo alcanzaban un millón de toneladas; ahora, Irlanda es el único país de la Unión Europea donde hay un stock (14.500 toneladas). Igualmente, de 1,3 millones de toneladas de mantequilla entonces almacenadas se ha pasado a 18.800, repartidas entre España, Reino Unido e Irlanda. En el sector de la carne de vacuno, la producción ha disminuido en 700.000 toneladas en las tres últimas campañas, en respuesta a la baja de precios, y apenas hay 20.000 toneladas disponibles. En cuanto a los cereales, los stocks han bajado a 26 millones de toneladas y la última cosecha ha sido mediocre.
Ante las necesidades del mercado mundial, la UE ha rebajado ahora al 10% el barbecho obligatorio, que es un instrumento de regulación coyuntural. Así, en la próxima campaña la producción de cereales podrá aumentar en unos 8 millones de toneladas. Esto permitirá asegurar el abastecimiento europeo a precios más bajos y desarrollar las exportaciones. Así aumentarán en el mercado mundial las existencias de productos que suelen importar los países en desarrollo, como los productos lácteos, carnes y cereales, sobre todo trigo.