¿Las deslocalizaciones hacia países de mano de obra barata están devorando empleo en la Unión Europea o son un modo de mejorar la competitividad y, por lo tanto, beneficiosas para la economía? La respuesta no será la misma si se pregunta a un trabajador de la construcción naval, que acaba de perder su empleo, que a un fabricante de automóviles que ha trasladado su producción a Eslovaquia. Pero si quien contesta son los economistas de la dirección general de asuntos económicos y financieros de la Comisión Europea, su respuesta es que las deslocalizaciones pueden costar empleo transitoriamente, pero en definitiva son una sacudida beneficiosa.
En una nota preparada para el Consejo de Ministros de Finanzas del 8 de marzo, pero finalment…
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