Los bancos de alimentos, frente al hambre en Europa

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Los Bancos Europeos de Alimentos deben afrontar una nueva situación marcada por el agotamiento de los excedentes agroalimentarios de la Unión Europea, en una coyuntura de fuertes alzas de precios del sector alimentario. Esta circunstancia ha estado presente en la asamblea anual de la Federación Europea de Bancos de Alimentos (FEBA), que se ha celebrado en Madrid (30-31 de mayo).

Los bancos de alimentos tienen ya una notable implantación en Europa, aunque la idea comenzó en los Estados Unidos. Durante el año 2007, los 232 bancos de alimentos que integran la federación europea repartieron 289.500 toneladas de víveres que permitieron mejorar la nutrición de 4,3 millones de personas.

La asamblea fue inaugurada por la Princesa de Asturias, doña Letizia. Víctor Renes, de Cáritas España, hizo un análisis cuantitativo y cualitativo de los grupos sociales europes, considerados como pobres. Según los baremos oficiales europeos, está en riesgo de pobreza todo aquel con ingresos inferiores al 60% de los necesarios para acceder a los servicios y posibilidades considerados normales. Según ese criterio, aproximadamente un 16% de la población española está en riesgo de pobreza no severa, mientras que la pobreza severa afecta aproximadamente a casi el 4% de la población, lo que significa 1,5 millones de personas. En Europa la media de población cercana al umbral de pobreza es del 14%, mientras que la que sufre extrema pobreza es del 2%.

Los Bancos de Alimentos son una de las respuestas de la sociedad civil para paliar en lo posible el problema del hambre o la malnutrición de los sectores sociales pobres o en grave riesgo de caer en la pobreza.

Los alimentos repartidos por los bancos operativos pertenecientes a la Federación Europea, hasta el pasado año provinieron de las siguientes fuentes: el 23%, de donaciones de la industria agroalimentaria; el 9%, de colectas entre particulares -como las Operaciones Kilo realizadas en España-; el 13%, de empresas de distribución, como grandes superficies o supermercados; un 5%, de las llamadas “mermas”, y el 50% restante, de los programas de la Unión Europea que hasta ahora se habían beneficiado de los productos agroalimentarios en poder de los organismos de intervención.

Nueva coyuntura

Debido a la nueva coyuntura mundial de aumento de precios agroalimentarios, los excedentes prácticamente han desaparecido, de tal forma que en 2008 el programa ha debido financiarse con una partida específica. Este cambio ha originado que desde la Federación Europea de Bancos de Alimentos se esté desarrollando una intensa actividad de información y de contactos con responsables de la Comisión Europea para tratar de perfilar un nuevo sistema de ayudas que permita, al menos, mantener el nivel de distribución de alimentos a los más necesitados.

En la base de la situación actual está la nueva coyuntura de fuertes alzas de precios de productos alimenticios básicos, que ha sido analizada en esta asamblea y cuyas consecuencias son difíciles de cuantificar en este momento. También es probable que esa nueva situación de alzas de precios en los alimentos básicos produzca un incremento de población en peligro de caer en la pobreza extrema.

Todo esto obligará a los responsables de los bancos de alimentos a intensificar sus esfuerzos para mantener y aumentar la cantidad de productos procedentes de la industria agroalimentaria y del sector de distribución. Por su parte, las Federaciones de Bancos de Alimentos de los diferentes países europeos deberán unificar criterios, ya que no todos los gobiernos europeos piensan que una distribución de alimentos que lleguen directamente a los necesitados sea la forma más adecuada de combatir la pobreza, a causa de los altos costes de la logística y la distribución.

Ayuda a las organizaciones de acción social

Pero las 26.220 organizaciones europeas de caridad cuyo campo de actuación es el combate contra el hambre esperan que los bancos de alimentos sigan siendo uno de sus principales grupos de apoyo.

En el caso de España, durante el año 2007 más de seis mil entidades caritativas recibieron de los 52 bancos de alimentos españoles casi 70.000 toneladas de productos para distribuir entre necesitados, de los que el 59% fueron suministrados por el Fondo Español de Garantía Agraria. Más de 800.000 personas durante ese año pudieron alimentarse o mejorar su situación alimentaria gracias a la actividad de los bancos de alimentos.

El conjunto de actividades de los bancos de alimentos serían económicamente inviables si no fuera por los voluntarios que integran aproximadamente más del 90% de sus recursos humanos. En el conjunto de Europa en 2007 se censaron 6.358 voluntarios, más 381 asalariados y 311 contratos “sociales”. En el caso de España -con 1.015 voluntarios- hubo una ligera disminución del voluntariado durante ese periodo, lo que requiere un mayor esfuerzo y especialización en las campañas de captación.

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