El accidente en la central nuclear japonesa de Fukushima, a causa del terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo, ha puesto en entredicho la energía atómica, aunque no en todo el mundo ni mucho menos. La mayor consecuencia hasta ahora ha sido que Alemania haya acelerado su programado parón nuclear. También algunos otros países han tomado decisiones semejantes, pero que lo haga la cuarta economía del mundo tiene repercusión internacional. La cuestión no es si se puede prescindir de la energía nuclear (se puede), sino cuánto costaría a nuestros bolsillos y al medio ambiente.
Para cerrar centrales nucleares en Japón la alternativa más rápida es recurrir a los combustibles fósiles
El seísmo sacudió también la confianza del público en la seg…
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