Semanas atrás, cuando el presidente venezolano afirmó que, pese al desplome global de los precios del petróleo, “Dios proveerá”, algún jocoso autor redactó una “respuesta” de Dios: “Mi pequeña y hermosa criatura: ya yo proveí”, en la que le citaba una extensa lista de recursos naturales aprovechables —la riqueza petrolera en primer lugar, pero no la única— y de personalidades ilustres de ese pueblo a las que podía haberse escuchado para potenciar un desarrollo económico integral.
Uno de los venezolanos citados fue el fallecido escritor Arturo Uslar Pietri, autor, en el lejano 1936, del editorial Sembrar el petróleo, en el que advertía proféticamente contra la tentación de confiar la salud de la economía local a la abundancia del petróleo, u…
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