Suecia: repentina «curación» de trabajadores enfermos

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El aumento del paro en Suecia no se debe sólo a las consecuencias directas de la crisis. Gran parte del incremento es un efecto secundario del Estado-Providencia, según algunos análisis citados por Erik Ipsen en International Herald Tribune (11-X-93). Gracias a los generosos subsidios públicos, los trabajadores suecos podían pasar largo tiempo de baja por enfermedad sin que se resintieran sus bolsillos. Durante décadas, las empresas han tenido que contratar personal suplementario para cubrir las numerosas y prolongadas ausencias. Pero el gobierno, acuciado por el déficit presupuestario (equivalente al 13% del producto interior bruto [PIB] este año), ha recortado de forma drástica los subsidios por enfermedad. Resultado: han vuelto a sus puestos tantos enfermos súbitamente «curados», que las empresas se han encontrado con gran número de empleados sobrantes que han tenido que despedir.

En el último año, el paro ha pasado en Suecia del 5,8% al 9,4%. A esta tasa habría que añadir otro 5% de trabajadores inscritos en programas estatales de readiestramiento de parados, pero no incluidos en las estadísticas de desempleo. Según cálculos oficiales, la cuarta parte de las pérdidas de empleos se debe a la reincorporación de asalariados que estaban de baja por enfermedad.

Los antiguos subsidios por enfermedad costaban al Estado una suma equivalente a casi el 3% del PIB. Antes de que se redujeran, los trabajadores suecos perdían por enfermedad una media de 23 días laborables por persona y año. En los primeros meses después de los recortes, el absentismo descendió un 15%.

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