Doha, la sede del mundial de futbol 2022, es noticia. Hace apenas dos semanas Joseph Blatter, presidente de la FIFA, reconocía que fue un error concederles el mundial ya que debido al clima jugar allí en verano no va a ser fácil. Pues bien, los problemas se multiplican, The Guardian acaba de destapar que en apenas dos meses (entre el 4 de junio y 8 de agosto), 44 trabajadores nepalíes han fallecido a causa de las extremas condiciones laborales a las que están sometidos en la construcción de los nuevos estadios de fútbol necesarios para el campeonato.
Más de la mitad murieron por ataques al corazón, insuficiencia cardíaca o accidentes laborales, de ellos la mayoría eran jóvenes. Según la Conferencia Sindical Internacional (CSI), los trabajadores se encuentran en lo que se denominaría la esclavitud moderna. Si las condiciones no mejoran, al ritmo de fallecimientos que se lleva, morirían más de 4.000 obreros inmigrantes construyendo las instalaciones para el mundial, estima la CSI.
En “Los esclavos del Mundial de Qatar”, The Guardian enumera las infracciones que las empresas qataríes están cometiendo. Algunos trabajadores afirman que llevan meses sin cobrar y que apenas tienen dinero para comer. Además, al no recibir sueldo, no tienen recursos para pagar al agente que les encontró el trabajo.
Muchos están intentando volverse a su país pero las constructoras se lo impiden y más de 30 nepalíes se encuentran refugiados en la embajada de su país en Doha, para escapar de las brutales condiciones de empleo.
El Comité Organizador del Mundial mostró su sorpresa ante estas afirmaciones ya que los trabajos relacionados directamente con los proyectos de la Copa del Mundo no han empezado todavía. Pero ha dicho que investigarán los hechos y ha mostrado su preocupación por las alegaciones levantadas contra las empresas contratadas. Una de las empresas afectadas ha contestado inmediatamente este informe señalando que analizarán las acusaciones e investigarán a fondo para contrastar la veracidad de lo publicado y tomarán las medidas legales oportunas contra la subcontrata encargada del proyecto en cuestión.
The Guardian llega a la conclusión de que existe una cadena de explotación que lleva trabajadores de aldeas pobres de Nepal a Qatar: “El panorama general es que uno de los países más ricos explota a uno de los más pobres para prepararse para el torneo deportivo más popular del mundo”, concluye el informe.