En Estados Unidos, “durante casi 40 años, las mujeres han venido retrasando la maternidad, en parte para asegurar la carrera profesional. Ahora la tendencia quizá esté cambiando”. Sue Shellenbarger comenta en The Wall Street Journal (4-02-2009) los últimos datos al respecto del National Center for Health Statistics de EE.UU. Por primera vez desde que se registra esta información, ha descendido la edad media de las madres primerizas.
En concreto, el promedio descendió de 25,2 años en 2005 a 25,0 en 2006. Puede parecer un dato poco significativo, pero es la primera vez que se invierte la proporción. De hecho, otro índice que lo corrobora es que el cambio se debe sobre todo a las mujeres de 20 a 24 años, entre las que el aumento de primeros nacimientos ha sido del 5%.
Una de las causas parece ser el aumento de madres hispanas, pues las mujeres de este origen suelen casarse antes que las de otros grupos étnicos. Pero hay más factores, según Shellenbarger: “Las mujeres jóvenes están cada vez menos dispuestas a dejar pasar una década entera trabajando antes de tener hijos”. Aspiran a que dar a luz al primer bebé no deba supeditarse en el tiempo a los condicionantes laborales.
El caso de Candace Parker ha calado en la opinión pública norteamericana. En 2008, a los 22 años, Parker fue elegida mejor jugadora de la liga de baloncesto profesional y Rookie del año en su equipo, Los Angeles Sparks. El pasado mes de enero sorprendió a multitud de seguidores al anunciar su embarazo. Parker, casada con Shelden Williams, jugador de baloncesto del Sacramento Kings, explicó a los medios los motivos de su decisión y subrayó que ambos querían que su hijo tuviera unos padres jóvenes.
Shellenbarger comenta las impresiones de otras madres jóvenes que deciden tener su primer hijo más pronto.
Es posible que el impacto de la recesión económica frene parcialmente esta tendencia. Cabe también que, como sugiere Steven Martin, profesor de Sociología de la Universidad de Maryland, se trate de un cambio de paradigma que opere en otro nivel, al margen de la inquietante coyuntura económica.