Desde que en 2012 se legalizó en España el juego por Internet, la cifra de afectados por ludopatía en esta variante se ha disparado: si en 2005 los adictos al juego online constituían el 0,6 por ciento de los ludópatas que asistían a la consulta de un especialista, en 2012 pasaron a ser el 13,1 por ciento.
En un reportaje publicado por El Mundo, la psiquiatra responsable de la Unidad de Juego Patológico en el hospital barcelonés de Bellvitge, Susana Jiménez, hace notar que el “éxito” del juego online pone en particular situación de riesgo a adolescentes, con una media de 17 años entre los que más demandan ayuda.
La especialista, en declaraciones anteriores a un diario uruguayo, mencionó un cambio llamativo en el perfil del ludópata en España: si hasta ahora los pacientes que recurrían a las unidades asistenciales eran, básicamente, consumidores de máquinas tragamonedas, con estudios primarios y con una edad de 35 a 40 años, el juego online ha acusado un cambio de tendencia: actualmente son jóvenes universitarios, con más recursos, y con deudas de juego que triplican las del adicto a las tragamonedas.
Por otra parte, además del notable ascenso del número de pacientes por esta causa, se hace notar una diferencia entre el juego presencial y la variante en Internet en cuanto al momento en que el jugador empieza a sentir las afectaciones provocadas por su “hobby”: si en el primer caso comienza a experimentar los trastornos al cabo de ocho años, en el caso del jugador en red los problemas llegan demasiado pronto, tras uno o dos años.
El fenómeno del aumento de jugadores online en España —un millón y medio en la actualidad, según la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR)— responde a varias causas, entre ellas la necesidad de levantar la autoestima. Según Francesc Perendreu, presidente de la Asociación Catalana de Adicciones Sociales, los jóvenes no solo juegan para ganar dinero: “Hay unos niveles de autoestima bastante bajos, no hay trabajo y lo ven todo negro. Piensan: ‘Si no destaco en nada, quizás pueda destacar jugando’”. En ello se gastan entonces, como promedio, entre 100 y 150 euros al mes.
En tal sentido, un factor que también puede estar incidiendo en la creciente adicción, a tenor de la mencionada necesidad de reconocimiento social, es la publicidad que hacen del juego online figuras jóvenes que pueden tomarse como modelos de éxito, entre ellas el tenista Rafa Nadal.
Expertos en el tema de la ludopatía, como el doctor en Psicología Mariano Chóliz, han presentado una propuesta de regulación de la mencionada actividad online ante la Dirección General de Ordenación del Juego (adscrita al Ministerio de Hacienda) y ante el Congreso de los Diputados. Se trata de “un ambicioso programa de prevención basado en la evidencia científica y en experiencias de otros países”, para cuya implementación se demanda únicamente un poco de voluntad política.