Transcurrido un año desde la probación en España de la ley del matrimonio homosexual con posibilidad de adopción, los datos están poniendo a prueba la justificación de que la ley respondía a una «necesidad social». Si en los primeros once meses de aplicación de la ley se habían registrado 1.275 bodas de parejas del mismo sexo, lo que equivale solo al 0,6% del total de matrimonios celebrados, en las adopciones internacionales ningún matrimonio homosexual ha iniciado trámites de adopción por vía pública. Así lo ponen de relieve las cifras de adopción en 2005, presentadas por la Secretaria de Estado de Servicios Sociales, Amparo Valcárcel.
En España apenas hay niños para adoptar, por lo que las adopciones suelen ser internacionales. En 2005, los españoles adoptaron a 5.423 niños extranjeros. Entre los 35 países de origen de los niños adoptados, el primer lugar lo ocupa China (2.753 niños), seguida de Rusia (1.262), Ucrania (394) y Colombia (240).
En ninguno de estos países es probable que a una pareja homosexual se le conceda un niño en adopción, pues su concepción del matrimonio es la unión de hombre y mujer.
China da prioridad a las solicitudes de matrimonios respecto a las de personas solas. Y en el caso de personas solas exige presentar una declaración de que no son homosexuales.
En Rusia los adoptantes pueden ser matrimonios o personas solas, pero la ley no considera a las parejas homosexuales. En Ucrania la adopción de niños sanos se reserva a los matrimonios, sin que se mencione en la legislación a las parejas homosexuales. En Colombia pueden adoptar los matrimonios, las parejas de hecho con tres años de convivencia y las personas solteras (solo en el caso de que adopten niños mayores o con discapacidad).
Respecto a los españoles que adoptaron, Valcárcel señaló que el 88,6% eran parejas y el 11,4% personas en solitario. Valcárcel señaló que en 2005 ningún matrimonio de personas del mismo sexo presentó solicitud de adopción internacional por vía pública y en lo que va de 2006 tampoco. Pero no se desanima. Anunció medidas de apoyo para que este tipo de parejas puedan adoptar en igualdad de condiciones con las «tradicionales o los solteros».
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