El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó ayer un nuevo recurso contra la ley sanitaria de 2010, conocida como Obamacare. El último balance de la reforma estima que gracias a ella el número de norteamericanos sin seguro médico ha bajado de 46-47 a 36 millones.
El Obamacare ya sobrevivió hace tres años a un primer recurso dirigido contra un principio básico de la reforma: sostenía que el gobierno no podía obligar a los ciudadanos a contratar un seguro médico bajo amenaza de multa. El recurso recién rechazado se refería a un detalle que no habría invalidado la ley, pero habría trastornado gravemente la aplicación.
El texto aprobado en 2010 da derecho a subvenciones a quienes no superen cierto margen de renta para adquirir cobertura médica en las bolsas “estatales”. Si la expresión excluyera la bolsa implantada por el gobierno federal para que la gente elija qué póliza comprar entre las ofrecidas por distintos competidores, dejaría sin ayuda a tres cuartos de los compradores, pues solo 14 estados tienen bolsas propias.
Por fortuna para la reforma, el Tribunal Supremo ha sentenciado que “estatal” equivale ahí a “público”. En caso contrario, el Obamacare difícilmente podría lograr su objetivo de que haya cobertura masiva, a no ser que los otros 36 estados se decidieran a establecer bolsas propias, cosa improbable.
De momento, la reforma va alcanzando sus metas. Al término de la última campaña de inscripciones (finales de febrero), habían comprado o renovado su seguro médico en los bolsas 11,7 millones de personas, el 76% en la federal. De ellas, 4,1 millones son menores de 35 años, los más difíciles de convencer para que adquieran cobertura, porque en general están sanos, y por eso mismo los más importantes para difuminar el riesgo y contener los precios.
La reforma incluye también la expansión del programa Medicaid, para las personas de renta más baja. En total ha habido 12,3 millones de altas en Medicaid desde que se empezó a aplicar el Obamacare, en octubre de 2013.
Además, unos 2,3 millones de personas contrataron seguros médicos entre la aprobación de la ley en 2010 y la entrada en vigor.
Así pues, ¿cuántos norteamericanos han adquirido cobertura sanitaria merced a la reforma? Como dice Obamacare Facts, no se puede saber con exactitud. Los números de pólizas suscritas están claros, pero es muy difícil determinar cuántas son de personas que antes no estaban cubiertas. Una parte considerable de los que han acudido a las bolsas cambiaron de seguro; otros se habían quedado sin cobertura poco antes, al perder el empleo; tampoco se sabe cuántos son asegurados nuevos entre los que contrataron pólizas en el mercado. Los datos de las bolsas mismas son solo la instantánea tomada en una fecha, pues hay solicitudes que luego se anulan por impago o porque en la revisión se descubre que los interesados no cumplían los requisitos.
Lo más que se puede hacer es una estimación. La del Departamento de Salud es que la subida neta es de 16,4 millones de personas. Según eso, la tasa de norteamericanos sin seguro médico ha bajado del 20,3% en octubre de 2013 al 13,2% ahora. Las encuestas de Gallup dan cifras un poco más bajas: 18% y 11,9%, respectivamente. Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) calculan que, en términos absolutos, los norteamericanos sin seguro médico, al menos durante parte del año, han bajado de 47 millones en 2010 a 36 millones en 2014.