El juez Brett Kavanaugh, nominado por Donald Trump para ocupar una vacante decisiva en el Tribunal Supremo estadounidense, ve peligrar el visto bueno del Senado, tras haber sido acusado de una agresión sexual presuntamente cometida hace más de tres décadas. Antes de que surgiera esta acusación [1], el proceso de confirmación ya había entrado por derroteros inusualmente broncos.
(Actualizado el 6-11-2018)
El hecho de que unos jueces sean nominados por un presidente demócrata y otros por uno republicano, o que sea vox populi la afinidad de cada magistrado con la tendencia progresista o conservadora del Tribunal, indica que nadie espera de ellos que interpreten la ley en vacío: cada cual se acercará a la ley con sus mejores conocimientos juríd…
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