Iniciativas
Las obras benéficas para dar de comer a personas sin recursos no son cosa de otros tiempos, aunque ya no se llamen comedores de caridad. La diferencia es que ahora la proliferación de gente sin vivienda en las grandes urbes multiplica las necesidades, y que las iniciativas de este tipo están muy bien organizadas.
Los «Restaurantes del corazón», que funcionan en Francia desde hace diez años y se extienden cada vez más, sirvieron 31 millones de comidas a 400.000 personas en la campaña del pasado invierno 1992-93, con la ayuda de 17.000 voluntarios, en 1.200 locales de todo el país. Esta cadena de resturantes tiene un presupuesto de 151 millones de francos, de los que 83 millones provienen de 270.000 donaciones de particulares. Por su parte, la Unión Europea concede 50 millones de francos en excedentes alimenticios y el Estado francés otorga otros 4 millones.
Menos conocidos y de creación más reciente son los 290 «Albergues» y los casi 500 «Techos del corazón». Los primeros, creados en 1989, procuran solucionar, entre otras cosas, problemas de tipo administrativo o jurídico. Y organizan también talleres para dar trabajo a personas sin hogar. Por ejemplo, en el albergue de Valence, treinta mujeres que reciben un salario social del Estado se encargan de preparar alimentos para muchos de los restaurantes del corazón. Doce jardineros allí acogidos cultivan legumbres y hortalizas con el mismo destino.
Con la operación «Techos del corazón», iniciada también en 1989, la asociación se ocupa de alquilar viviendas vacías -que a veces también rehabilita- a los beneficiarios, a los que ayuda económicamente; otras veces subarrienda pisos a los necesitados y la asociación les avala ante los propietarios.