Brecha educativa, salarial, de género, digital, de oportunidades, matrimonial… Y ahora, la brecha de felicidad. Bradford Wilcox y Melissa Langsam Braunstein, investigadores del Institute for Family Studies, han dado un nuevo giro al estudio de la desigualdad, al mostrar que los de menos estudios e ingresos son los que más están sufriendo los efectos de la falta de familia, religión, trabajo y comunidad. Un documental ilustra sus hallazgos con historias de la vida real.
Que el número de los que juegan en solitario a los bolos haya aumentado en Estados Unidos no es una buena noticia. Con esa célebre metáfora que da título a su libro Bowling Alone (2000), el sociólogo de Harvard Robert Putnam explicó cómo el deterioro de los vínculos sociales …
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