Comparados con las generaciones anteriores, los jóvenes occidentales se muestran más pesimistas respecto a su propio futuro y al de la sociedad. A esta situación cooperan diversos factores externos: las perspectivas económicas, un cierto clima alarmista en los medios o la influencia de ciertas ideologías; pero también una cultura popular juvenil que diluye los cimientos necesarios para construir un proyecto de vida esperanzador.
Diagnosticar el estado anímico de un sector de la población no resulta una tarea sencilla: la misma naturaleza (psíquica) del asunto complica el objetivo de encontrar datos que sean a la vez significativos y fiables.
La empresa resulta aún más difícil cuando el grupo social analizado son los jóvenes, porque se trata…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.
2 Comentarios
Excelente artículo. Ayuda mucho a entender nuestra realidad actual.
Muchas gracias, Alfredo. Me alegro de que te haya gustado.