Los partidarios del matrimonio entre personas del mismo sexo en EE.UU. procuran situar su propuesta en el terreno de los derechos civiles, para evitar así la discusión sobre la naturaleza y los fines del matrimonio, donde su pretensión tiene menos encaje. Se trataría de una cuestión de igualdad de trato, de superar la discriminación por sexo en el matrimonio, así como en el siglo pasado se luchó contra la discriminación por motivos de raza.
Aseguran que la oposición al matrimonio gay es solo una muestra de homofobia, una nueva discriminación como lo fue en el pasado la racial. Después de todo, su orientación sexual sería algo tan genético e inmutable como el color de la piel.
Lo curioso es que a quienes resulta más difícil convencer de esto…
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