Hay temas de los que la prensa habla mucho, y que sin embargo cuentan poco en las preocupaciones de la gente. Este es el caso del llamado “matrimonio gay”, que en los últimos meses ha ocupado una atención especial en los medios alemanes, a pesar de que parece tratarse de una cuestión bastante ajena para la mayoría de los ciudadanos. Así lo explica Thomas Petersen, del Instituto Allensbach de Demoscopia, en un artículo publicado en el Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Prueba de ello es que, en una encuesta reciente realizada por su Instituto, se proponía a los encuestados una lista de 14 temas políticamente controvertidos, y se les pedía que indicaran cuáles de ellos les parecían especialmente relevantes. Más del 77% marcó como importante el problema de las corrientes de refugiados de África; casi el mismo porcentaje (72%) señaló la cuestión del terrorismo del Estado Islámico. Además, un gran número se mostró preocupado por el cambio climático, la estabilidad del euro, la integración de los inmigrantes, la seguridad de las pensiones y la crisis en Ucrania.
El reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo, en cambio, ocupaba el último lugar, considerada como importante por solo un 17% de los encuestados.
Quizá porque no se considera importante, cada vez suscita menos oposición. En los últimos años la opinión de la población a este respecto ha cambiado sensiblemente: “Hace 15 años, solo un 24% pensaba que el matrimonio de personas del mismo sexo debía ser reconocido y equiparado legalmente al tradicional. Ahora el porcentaje es de un 49%, a la vez que ha bajado de un 35% a un 17% el de los que piensan que dichas uniones no deberían ser reconocidas, o incluso que tendrían que ser rechazadas”.
“A la pregunta directa de si se está a favor o en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, la mayoría (48%) contesta que está a favor. Cuando esta misma pregunta se formuló por primera vez en 1998, el porcentaje sólo era de un 27%”.
Dejando a un lado la cuestión de la aceptación del matrimonio de personas del mismo sexo, los alemanes mantienen una postura conservadora respecto al tema de la familia. A la cuestión: “¿diría usted que el matrimonio es una institución anticuada?”, el 74% contesta que no y un 15%, que sí. Estas cifras se corresponden casi exactamente con los resultados de una primera encuesta del año 1981.
Las dudas más serias al respecto aparecen cuando se plantea la cuestión de la adopción de niños: “Un 48% afirma que probablemente un niño puede llevar una infancia feliz con un matrimonio homosexual, pero que a ellos no les causa buena impresión, no les parece correcto. Casi tres cuartas partes de la población sostiene que un niño necesita un hogar donde crecer feliz, con un padre y una madre”.