(Actualizado el 8-01-2014)
El 1 de enero se acabó el plazo de las restricciones que impedían a rumanos y búlgaros trabajar con plenos derechos en nueve países de la Unión Europea, pese a ser ciudadanos comunitarios. Pero el gobierno de David Cameron ha reaccionado rápidamente dictando nuevas reglas para desalentar su llegada. También va a exigir que los ciudadanos de fuera de la Unión Europea empiecen a pagar por ciertos servicios sanitarios que hasta ahora eran gratis.
Pocos días antes del fin de las restricciones a rumanos y búlgaros –una exigencia de la Unión Europea–, Cameron se apresuró a aclarar sus propias reglas del juego. Tras explicar que su gobierno quiere acabar con la cultura de recibir “algo a cambio de nada”, advirtió que “Gr…
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