Un diario publica una foto de jóvenes que duermen en los bancos de la parroquia de Santa Ana, en Barcelona. Son chicos que llegaron de modo irregular a España siendo niños o adolescentes y sin compañía de adultos. Han sido “menas”: menores extranjeros no acompañados, pero ya no lo son.
“Son ‘jenas’, jóvenes extranjeros no acompañados, extutelados por la administración –me aclara Adrià Padrosa, un educador social que trabaja con este colectivo en la parroquia–. Muchos eran menores hasta hace dos días, pero en cuanto llegan a la mayoría de edad, a los 18, al día siguiente se van del centro de acogida a la calle. Como la administración está saturada de ellos, salen del centro y quedan sin protección”.
Según explica, la mayoría de quienes están…
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