La violencia de la que han dado muestra cientos de hinchas ingleses y rusos durante la Eurocopa 2016 en varias ciudades francesas, ha suscitado la preocupación del público por la aparente impotencia de las autoridades para frenar el fenómeno. ¿Hay que acostumbrarse a que detrás del balón venga siempre un lanzamiento de bengala o una lluvia de golpes contra los simpatizantes del equipo contrario?
En una información sobre el tema, la BBC refiere diversas medidas que han funcionado unas veces y otras no, como la prohibición de la venta de alcohol. No fue positiva en 1990, cuando los hooligans ingleses se enfrentaron a la policía italiana en Cagliari, enfurecidos precisamente porque se suspendiera la venta de bebidas.
Otra posibilidad es la de mover los horarios de los partidos hacia el mediodía. La idea sería dejarles menos tiempo a los violentos para embriagarse, aunque algunos expertos opinan que ello incrementa la probabilidad de destrozos y desórdenes, pues la hinchada sale más temprano de los estadios a las calles.
Asimismo, las autoridades del fútbol han apostado en ocasiones por las denominadas “áreas estériles”, espacios vacíos en los estadios para separar a las aficiones de los equipos rivales. Mike Layton, experto en el tema de la violencia en el fútbol, es partidario de la medida, aunque ello implica no poder vender todas las localidades. “No obstante, ello reduce los costos que implica para los hospitales el tratamiento de los fans y los policías heridos. Además, ayuda a evitar daños más gravosos para el fútbol y su imagen”.
La medida estrella, sin embargo, es aplicar una estrategia preventiva mucho antes de que empiecen los torneos. La llaman el fan coaching, o cómo enseñar a comportarse a los aficionados. La iniciativa fue puesta en práctica en los años 80 por el equipo belga Standard Lieja, con el objetivo de educar a sus seguidores para que mostraran una conducta adecuada en el contexto de los partidos.
El programa, que ha sido reproducido en varios países, enfatiza en la necesidad de respetar al adversario y a los jueces, y de aceptar la derrota sin violencia. Participan en él tanto futbolistas de alto nivel como hooligans reformados, que hablan a los jóvenes sobre cómo la violencia lleva automáticamente a causar heridas o sufrirlas, además de la apertura de expedientes criminales.
Otras iniciativas del fan coaching en Lieja incluyen el establecimiento de un “punto de información” en la web del club, donde se dan a conocer las reglas propias de este deporte y otras relacionadas con el orden interior; la celebración de torneos de fútbol entre aficionados rivales, tanto en modalidad de sala como sobre césped, y el desarrollo de acciones de sensibilización en el tema del racismo y en el respeto a las diferencias, entre otras.