Los futbolistas están de huelga en España. No piensan jugar los partidos correspondientes a las dos primeras jornadas de Liga. A su vez, la semana pasada, más de 700 farmacias de Castilla-La Mancha quedaron cerradas, también por huelga. Los ingresos habituales de un futbolista o de un boticario superan con holgura la media. Visto así, en un país con una tasa de paro que supera el 20%, resulta chocante que “los ricos” se declaren en huelga. Pero, en ambos casos, el argumento esgrimido para interrumpir el trabajo no es otro que la falta de cobros. Suena razonable: no les pagan.
Por una parte, 200 jugadores de Primera y Segunda División –no hablamos de Cristiano Ronaldo ni Leo Messi– se quejan de que sus clubes les adeudan unos 50 millones de …
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