Contrapunto
Miles de personas han salido a la calle en reivindicación popular. Era algo tan importante que, incluso numerosos soldados acuartelados en la capital han sido movilizados para ocupar la calle durante la espléndida mañana de marzo. Madrid, en vilo. Nos jugábamos un nueva marca en el Libro de los Récords de Guinness. Para batir el récord de la mayor carrera popular, el ayuntamiento entregó dos millones de pesetas a los organizadores. El colmo es que, una semana después de la carrera aún no está claro cuántos participaron: no hubo recuento electrónico, y la Policía Municipal no intervino en la agotadora tarea de sumar cien mil. Disfrazados con el chándal y el número, no sirve la excusa de que se corría por hacer deporte: ni siquiera había lugar para avanzar a gusto. Pero Madrid mantenía el récord hasta que se lo arrebató Barcelona y había que recuperarlo a toda costa… En el Libro de los Guinness hay récords que aportan una imagen de la grandeza del hombre o de la naturaleza, y nos reconfortan y asombran; otros -como éste- son plusmarcas de papel, y lo que realmente asombra es que no dudamos en gastar dinero o sacar el Ejército a la calle para mejorarlas.
José María Garrido