Luego de la aprobación parlamentaria en la madrugada del 15 de julio y la firma de la ley por parte de la presidenta Cristina Fernández el 21, Argentina se convirtió en uno de los diez países del mundo, el primero en América Latina, en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Estas parejas podrán, entre otras cosas, adoptar niños y los funcionarios públicos no tendrán la posibilidad de plantear ninguna objeción de conciencia para negarse a esos casamientos.
La iniciativa, más allá del pensamiento de la mayoría de la población argentina, sirvió como arma política para la mandataria y su marido y ex presidente, Néstor Kirchner, hoy diputado y titular de la Unasur (Unión Sudamericana de Naciones) y, muy probablemente, candi…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.