En España, el Congreso ha admitido a trámite una proposición de ley del Partido Socialista (PSOE) para abolir la prostitución con el apoyo del Partido Popular (PP), la principal fuerza de oposición. La propuesta ha vuelto a poner el foco en las diferentes maneras de afrontar una realidad que casi nadie apoya… pero a la que nadie, tampoco, parece ser capaz de dar solución.
La prueba de la complejidad de esta cuestión es que ni la propia coalición de gobierno termina de entenderse. Una facción de Podemos, la formación de izquierdas que gobierna con el PSOE, no respalda la propuesta. Tampoco hay quorum en el seno del feminismo.
En realidad, las posturas en conflicto se pueden resumir en dos: abolir la prostitución o regularla.
Los partidarios …
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