Las webs y apps de citas (Match, Tinder, OkCupid, Bumble…) tienen fama, en algunos casos bien ganada, de fomentar contactos numerosos y superficiales, que acaban fácilmente en sexo sin compromiso. Pero la pandemia ha llevado a los usuarios a buscar relaciones más serias, cuenta The Economist.
Esas redes tienen cerca de 240 millones de usuarios en el mundo, y ya antes de la epidemia de Covid-19 eran en EE.UU. la manera más frecuente de conocerse las parejas. Sin embargo, la facilidad que dan para tener contactos invita a muchos a ir probando y desechando personas mucho antes de conocerlas mínimamente.
Durante la pandemia, no ha podido haber trato “presencial” entre usuarios, ni ocasión para pasar a tener relaciones sexuales. Sin embargo, el uso de los servicios de citas online no ha disminuido; ha cambiado.
Ha aumentado el intercambio de mensajes (un 27% en Match). Las conversaciones son más largas (en Tinder duran un 25% más que antes). De esto deduce Dawoon Kang, de la app Coffee Meets Bagel, que “la gente se está tomando tiempo para conocerse mejor”.
Otro indicio es que los usuarios dan la cara en las conversaciones con mucha mayor frecuencia. Antes de la pandemia, era raro encender la cámara, y los usuarios solo mostraban la foto más o menos estudiada del perfil. Ahora se hablan vis a vis, aunque a distancia y mediante pantalla.
En consecuencia, las relaciones son más sinceras. Según una encuesta del Kinsey Institute, los usuarios “dicen en mayor proporción haber encontrado a sus contactos más amigables, y más dispuestos a tener conversaciones con vídeo y a mantener conversaciones profundas”.
The Economist cita un usuario de 28 años que, durante la pandemia, descubrió que la única manera de evitar “silencios incómodos” en una cita virtual es “escuchar de verdad, responder de verdad y ahondar en el tema de conversación”. De esa manera, concluye, “acabamos ocupándonos realmente uno del otro”.
Rachel DeAlto, experta en relaciones que trabaja en Match, tiene una interpretación de estos cambios. Revelan, dice, que la gente desea compañía.