En Bluepoint Games son unos genios. Hemos visto su poderío en grandes aciertos como Uncharted: The Nathan Drake Collection, God of War HD Collection, ICO + Shadow of the Colossus y ahora ante su proyecto más ambicioso, el remake (que no remasterización) de Shadow of the Colossus.
La tarea era ingente: rehacer desde cero (de ahí que no sea remasterización) un videojuego mítico logrando conservar las sensaciones que transmitió en 2005 pero actualizando al máximo el apartado técnico, con todas las gigantescas expectativas que había alrededor.
Podemos decir, sin titubeos, que lo han logrado con creces y han conseguido que la PS4 reciba un juego imprescindible, se haya jugado o no al original y se tenga o no el de PS3. Los titanes lucen y se mueven mejor que nunca, el increíble mundo abierto sigue desprendiendo la magia de siempre, las animaciones se han ampliado y están tremendamente cuidadas y la música sigue siendo indescriptible. Incluso se han actualizado los controles, con opción a usar los originales de 2005 o los nuevos de 2018 con interesantes mejoras.
Además, se han añadido modos de dificultad accesibles desde el primer momento, galerías de arte y nuevos coleccionables. No hay colosos nuevos, pero no hacía falta, ya que Shadow of the Colossus es como es y nos encanta.
Por poner dos pegas, la cámara a veces se pone en lugares incómodos que hacen difícil vencer a los colosos, y se podría haber incluido los documentales sobre cómo se ha hecho el juego. Pero son fallos nimios en comparación a lo que ganamos.
Si en Bluepoint Games querían superarse, lo han conseguido. Querían demostrar cariño hacia un clásico y se respira a cada paso que se da. Nunca Shadow of the Colossus se había visto tan bien y, desde luego, es la versión definitiva que los fans merecíamos.
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