Tras exiliarse en Brasil durante cuatro años, en 1979 regresan clandestinamente a Argentina los militantes montoneros Charo y Daniel con su hijo Juan, ya de doce años, y una hermanita recién nacida. El chaval asume como puede su nueva identidad y contempla perplejo las actividades revolucionarias de sus padres.
Resultan excesivos los diez Premios Sur que la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina ha otorgado a este intenso drama, seleccionado también para el Oscar y el Goya. Ciertamente, Infancia clandestina está bien rodada, montada e interpretada, de modo que ofrece varios momentos intimistas muy emotivos, en los que el bonaerense Benjamín Ávila, autor de Nietos (Identidad y memorial), logra transmitir sus propia…
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