Una historia sencilla. Un anciano pastor luterano ciego y extremadamente bondadoso -el padre Jacob- y una ex convicta endurecida y fría, que tendrá que leer la correspondencia que llega a la parroquia. A través de las cartas, la mujer entenderá la posibilidad de redimirse y el valor de la oración.
La película aglutina todas las características del cine nórdico, algunas –una fotografía cuidada al extremo– ayudan a la historia, otras –el ritmo lento, la frialdad y el esquematismo de los personajes– la alejan del espectador medio. En cualquier caso, es una historia bonita que habla de temas difíciles de afrontar a través de la imagen.